Retomando los artículos técnicos en nuestro Blog, vamos a continuar con una serie de consejos y aspectos a tener en cuenta durante la fase de dilución y la disminución de temperatura de las dosis seminales antes de realizar el transporte de éstas a nuestros clientes.
Tenemos que tener en cuenta que, a priori algo tan sencillo como la dilución, nos va a permitir aumentar el número de cerdas que vamos a poder inseminar con un único eyaculado, por lo cual merece la importancia que debemos darle.
Alrededor del momento de la dilución se pueden cometer múltiples errores que afectarían a la calidad de nuestras dosis y por ello se trata de un proceso que provoca inseguridad en los trabajadores del CIAP. Por lo tanto es muy importante conocer todas las particularidades del espermatozoide porcino, que hacen que se genere ese estado de incertidumbre debido a la dilución y disminución de las temperaturas.
A lo largo de estos artículos hablaremos de las características del espermatozoide porcino que lo hacen tan sensible a los cambios o contrastes de temperatura, su “aguante” o “resistencia” para la conservación sin diluir hasta el momento de la dilución, y otros aspectos que nos condicionan el proceso de la dilución.
La temperatura del eyaculado en el momento de la colecta es de 37ºC, en la cual el metabolismo del espermatozoide está en su máximo nivel, con lo cual, debemos conseguir disminuirlo hasta niveles de mantenimiento. Después de la eyaculación, la motilidad espermática y vitalidad se conservará únicamente durante unas horas. Para evitar la temprana pérdida de éstas y prolongar la supervivencia espermática, esta actividad metabólica debe ser disminuida. Para ello 2 son las herramientas principales:
- La primera de ellas es la adición de diluyente, ya que mediante sus componentes lograrán prolongar la vida útil del espermatozoide.
- La segunda, es disminuir la temperatura de forma progresiva hasta alcanzar el objetivo de 15-17ºC, en la cual el espermatozoide se encuentra en un estado metabólico basal.
En esta primera entrada, vamos a explicar las razones fisiológicas y bioquímicas por las cuales se deben controlar las temperaturas durante su procesamiento y debe realizarse lo antes posible.
Utilizando ambas herramientas es como conseguiremos llevar al espermatozoide a ese estado de “aletargamiento” y ayudar así a mantenerlo en perfectas condiciones hasta el momento de la inseminación.
Uno de los principales paradigmas en el procesamiento de semen porcino es que los cambios de temperatura durante el proceso de dilución, podría tener una influencia negativa en la calidad seminal, por lo tanto esta es la razón de que cuando se hace la dilución, no haya una diferencia mayor de ±1-2 ºC entre el eyaculado puro y el diluyente.
El por qué de este paradigma está fundamentado en el posible daño de la membrana espermática. El espermatozoide porcino es muy sensible al shock térmico frío, fluctuación de temperaturas y grandes diferencias de temperatura entre el diluyente y el semen.
Todo esto es debido a que la membrana del espermatozoide porcino tiene una composición de fosfolípidos diferentes a las de otras especies de mamíferos, con un menor porcentaje de fosfatidilcolina, y mayor de fosfatidiletanolamina y esfingomielina, y más importante aún, el porcentaje de colesterol. Debido a que la relación colesterol-fosfolípidos es muy baja, y éste está distribuido asimétricamente, estando más presente en la monocapa externa que interna, hace que la interna sea especialmente sensible al choque por frío.
Por lo cual, el enfriamiento rápido está asociado con la transición de fase termotrópica en los lípidos de la membrana espermática, produciéndose daños que no pueden ser reversibles. Esto produce que enfriamientos muy rápidos, conllevan que la membrana del espermatozoide pase de un estado de fluidez a gel, haciéndose cada vez más rígida, dañándose más fácilmente y convirtiéndose en cambios irreversibles.
Los rangos de temperatura en los que suceden los cambios en los lípidos de la membrana están entre los 10ºC y los 30º. Temperaturas por debajo de esta fase están acompañadas de:
- incremento en la permeabilidad de la membrana con la consiguiente pérdida de cationes
- reducción de la actividad enzimática
- alteración de las proteínas de la membrana
De la misma manera, cuando el eyaculado se mantiene a temperaturas altas, sin el efecto protector del diluyente, durante un periodo de tiempo prolongado (variable entre 20-40 minutos), se producen también cambios irreversibles en la membrana del espermatozoide, produciéndose la liberación de enzimas, cationes, …
En las siguientes entradas, hablaremos sobre:
- diferentes técnicas de dilución (dilución en 1 paso isotérmica, dilución en 2 pasos isotérmica o dilución en 2 pasos hipotérmica)
- cómo podría afectar el grado de dilución y la adición semen-diluyente o diluyente-semen
- velocidad de enfriamiento de las dosis hasta alcanzar la temperatura de conservación (15-17ºC).
Al final de la última entrega publicaremos todas nuestras fuentes de información.
Esperamos que sean de vuestro interés.
Departamento Técnico de Magapor, S.L.