En la entrada anterior dimos una serie de recomendaciones para la alimentación en las diferentes etapas de la vida de un verraco. Hoy profundizaremos más en las necesidades energéticas, las proteicas, las lipídicas y las de fibra.

Necesidades energéticas

Para una óptima producción es vital un buen consumo energético diario y con unos valores en el pienso específicos según sexo, raza, edad, época del año, producción y genética. Los requerimientos energéticos diarios del verraco son la suma de las necesidades que tienen en tres situaciones en las que pueden encontrarse: en mantenimiento (por ejemplo, será mayor en condiciones ambientales que disminuyan de los 20º C), crecimiento (en animales que ya están en los centros de inseminación, pero no han llegado a su peso adulto), y para la producción seminal, según el ritmo de extracción al que estén sometidos.

El valor energético de los alimentos para el ganado porcino se ha estimado en base a su contenido en energía neta (EN), que es la energía que está realmente a disposición del animal para cubrir sus gastos de mantenimiento, crecimiento y de producción. En otros casos, se valora como energía metabolizable (EM).

Valor energético de los alimentos

Ilustración 1. Sistema de expresión del valor energético de los alimentos. La energía bruta (EB) menos la energía que se pierde en las heces se llama energía digestible (ED). La energía también se pierde en la orina y a través de gases; esta energía restada de la ED es la energía metabolizable (EM). La energía bruta, menos la energía perdida en heces, orina, gases y el calor, se llama la energía neta (EN). Fuente: Adaptado de McDonald et al (2010)

Los machos tienen un consumo diario aproximado de 2.2 kg de pienso con un peso de 100 kg, y de hasta unos 3.5 kg de pienso en verracos de 300-350 kg.

En la calidad seminal, la subalimentación energética tiene poco efecto sobre la concentración o la motilidad espermática, pero disminuye la producción de gonadotropinas, afectando a la función endocrina del testículo, lo que disminuye la producción de testosterona y como consecuencia, la libido de los verracos, el volumen del eyaculado y la concentración de fructosa y ácido cítrico en el líquido seminal.

Necesidades proteicas

Cuando existe una deficiencia de proteínas en la nutrición de los machos reproductores es más evidente su efecto en la espermatogénesis que un déficit energético. Las deficiencias de proteínas influyen mucho sobre la libido de los verracos y la producción de semen.

Los aminoácidos esenciales más importantes son la lisina, el triptófano y la metionina. Existen muchas investigaciones que demuestran que las proteínas, más concretamente la lisina y la combinación de metionina y cisteína, juegan un papel importante en la producción seminal. La metionina y la cisteína afectan a la actividad secretora del epidídimo. Un déficit de estos aminoácidos provoca cambios histológicos y citológicos en los testículos y afecta negativamente a la espermatogénesis y la calidad seminal.

Necesidades lipídicas

La principal ventaja que tiene la suplementación de los piensos con lípidos es que se mejora su palatabilidad y así incrementamos el consumo de pienso voluntario y con ello, el consumo energético. Esta característica es especialmente necesaria en épocas donde el consumo voluntario de pienso se ve deteriorado por malas condiciones ambientales, como el verano.

Los ácidos grasos son necesarios en la reproducción. El ácido linoleico es precursor de las prostaglandinas y forma parte de los lípidos estructurales de la membrana del espermatozoide, donde juega un papel importante en la permeabilidad y, por tanto, en el funcionamiento celular.

Actualmente, se han realizado muchos estudios sobre la mejora en la calidad seminal gracias a la adición de ácidos grasos omega-3 presente en los aceites de pescado y aceites de linaza. La suplementación de estos ácidos grasos aumenta el volumen del eyaculado, el número total de espermatozoides y el número de acrosomas normales.

Necesidades de fibra

Es tan importante no llegar a un déficit energético como a una sobrealimentación, ya que un macho con sobrepeso disminuye su libido y aumenta el riesgo de problemas en patas y pezuñas.

La adición de fibra en el pienso de verracos es importante por su acción estimulante del tránsito digestivo, reduciendo así los problemas de estreñimiento, aumentando el bienestar animal y reduciendo el estrés. Además, favorece la saciedad y previene los problemas de sobrealimentación; pero a su vez esto es un inconveniente, ya que al añadir fibra al pienso se disminuye el contenido energético de este, la palatabilidad y el consumo del mismo.

Un déficit de fibra en el pienso puede ocasionar fermentaciones anormales en el tracto intestinal, con la consiguiente producción de toxinas que atraviesan el epidídimo y alteran la espermatogénesis en machos reproductores. Además, afecta al comportamiento de los machos aumentando las estereotipias y aberraciones del comportamiento.

Estas son nuestras recomendaciones nutricionales para las necesidades energéticas, proteicas, lipídicas y de fibra, y se deben tener en cuenta junto con las que dimos en función de la etapa de vida del verraco. En la siguiente entrada daremos una serie de recomendaciones para las necesidades de los verracos en vitaminas y minerales y el consumo de agua.