Como continuación de la temática de las semanas pasadas, en las siguientes entradas del Blog abordaremos el proceso de evaluación de los eyaculados.
En esta primera parte repasaremos cuales deben ser los límites del espermiograma de un eyaculado utilizado para la producción de dosis seminales con una calidad óptima.
La primera inspección del eyaculado una vez que llega al laboratorio debe ser macroscópica:
Color: El color normal es de una tonalidad cremosa, si es muy claro nos indicará una escasa concentración espermática. Un color amarillento nos revelará la presencia de orina, en estos casos irá acompañado de olor característico. Si el tono es rosáceo nos estará señalando que hay sangre en el eyaculado. También podemos ver eyaculados con un color pardo o marrón, esta coloración está asociada a problemas inflamatorios de las vesículas seminales. En cualquiera de estos 3 casos se deberían descartar estos eyaculados, ya que están fuera de la normalidad.
Volumen: El valor normal oscila entre 100 y 400 ml, dependiendo de las fracciones recogidas y siendo variable entre razas.
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Posteriormente se continuará con la evaluación microscópica:
Motilidad: la motilidad de un eyaculado utilizado para producción de dosis seminales debe ser de al menos el 70%. Múltiples estudios han señalado que por encima de este valor no hay diferencia en cuanto a términos reproductivos de fertilidad y prolificidad.
Aglutinación: Unión de varios espermatozoides formando acúmulos. Se consideran varios grados:
GRADO 1: Un grupo de menos de 20 espermatozoides.
GRADO 2: Dos grupos de menos de 20 espermatozoides.
GRADO 3: Varios grupos de más de 20 espermatozoides.
Para este parámetro no deberíamos utilizar eyaculados que tengan más de grado 1 de aglutinación.
Suciedad: el eyaculado debe tener ausencia de células de descamación u otros artefactos.
Concentración: La evaluación de este parámetro, junto con el volumen del eyaculado será el que nos de el número de dosis seminales que podemos producir con ese eyaculado, en función de las características de concentración y volumen que queremos que tengan las dosis.
Formas anormales: La presencia de morfoanomalías en el eyaculado no debe superar el 25-30%. La inseminación con dosis seminales con un porcentaje superior a este podría afectar a los resultados de fertilidad y prolificidad obtenidos. Dentro de los diferentes tipos de morfoanomalías, no se deberían superar:
– Espermatozoides de morfología normal: >70-75%
– Espermatozoides con anomalías de cabeza.: <5%
– Espermatozoides con anomalías de pieza intermedia.: <5%
– Espermatozoides con anomalías de cola: <10%
– Espermatozoides con gota citoplasmática proximal: <15%
– Espermatozoides con gota citoplasmática distal: <15%
Otros parámetros que no se evalúan de rutina en el 100% de los eyaculados utilizados, pero de los cuales se debería tener un control rutinario, ya sea por el propio centro o por un laboratorio externo, son los siguientes:
- Contaminación por aerobios mesófilos: <300 UFC/ml
- Mohos y levaduras: Ausencia
- Otros:
integridad de la membrana
estado del acrosoma
actividad mitocondrial
apoptosis temprana
integridad del ADN
Finalmente, como resumen adjuntamos una tabla, en la que se indica los límites de calidad para una dosis seminal.
En las próximas entradas hablaremos sobre las ventajas y desventajas de los equipos y metodologías utilizadas para la evaluación y análisis de estos parámetros. ¡¡¡ No os lo perdáis !!!!
