En esta segunda parte nos vamos a centrar en el proceso de colecta, con algunas recomendaciones generales y comentarios sobre la extracción manual e introduciendo la automática.
Se debe intentar realizar las extracciones en las horas más frescas del día o con climatización en el área de colecta, ya que supone un esfuerzo físico para el verraco, y el calor puede repercutir negativamente en el salto del animal al potro. De la misma manera que no se recomienda realizar la extracción justo después de haber alimentado a los verracos. Sin embargo, después podemos premiarles con una pequeña cantidad de pienso que les hará volver antes a sus cuadras
Tanto cuando se realiza la extracción automática como en la manual, en el caso de disponer de salas de extracción, lo normal es que una persona se dedique a traer y retirar verracos, mientras que dos o más realizan las extracciones desde el foso, con el objetivo de optimizar el tiempo.
Centrándonos ya en el proceso de la colecta, utilizaremos la técnica de “doble guante” que consiste en utilizar dos guantes: con el primero se realizan todas las maniobras de estimulación, limpieza del prepucio, pene y descarga de restos de orina del divertículo prepucial, para ello podemos utilizar papel o toallitas desinfectantes (no espermatotóxicas) y con el segundo guante se sujeta el pene.
Esta maniobra de limpieza, la podemos realizar tanto en el corral de pre-extracción si disponemos de él, como en el de extracción. En los momentos previos a la exposición del pene podemos aprovechar a cortar los pelos del prepucio, para evitar una posible fuente de contaminación, mediante el uso de unas tijeras de punta roma.
Extracción manual:
- Una vez que el verraco tiene el pene completamente exteriorizado, y descartada la llamada fracción pre-espermática (color transparente, con restos de orina y una alta carga bacteriana), comenzaremos a recoger la fracción espermática o rica del eyaculado en material atemperado a 37ºC.
- Mientras el verraco esté eyaculando puede ser recomendable realizar pulsaciones en el pene (aumentado y disminuyendo la presión ligeramente), para estimular dicha eyaculación.
- Es importante no apoyar la mano ni la muñeca en el recipiente de colecta, la situación ideal es que el eyaculado caiga directamente en el filtro, sin entrar en contacto con la mano.
- Mantendremos sujeto el pene del animal hasta que haya acabado de eyacular. De otro modo, la extracción puede llegar a convertirse en un estímulo negativo que provocará el rechazo a la monta.
Extracción automática:
- Los sistemas automáticos surgieron hace unos años con el objetivo de optimizar el proceso de extracción, y nos ofrece varias ventajas respecto a la manual (estandarización entre operarios, aumento de la productividad, higiene, …). En la próxima semana os adjuntaremos una publicación que habla acerca de las ventajas de este tipo de sistemas.
- En la extracción automática, los primeros pasos de estimulación, limpieza, … son similares. Una vez que el pene está exteriorizado, ya podemos proceder a cogerlo con el cérvix artificial y posteriormente encajarlo en un sistema de compresión que mantiene la erección del verraco sin ser precisa nuestra mano.
- Dejaremos que elimine la fracción pre-espermática y después procederemos a realizar la recogida completa del eyaculado mediante material atemperado a 37ºC.
- En estos sistemas una vez que el verraco termina la eyaculación, la propia relajación del pene, le permite sacarlo del cérvix artificial.
Durante muchos años se ha pensado que la recogida de la fracción post-espermática o pobre (unos 200 cc), podía disminuir el tiempo de conservación. Esta fracción del eyaculado posee un aspecto claro y color blanquecino, proviene de las glándulas accesorias, y se caracteriza por contener un escaso número de espermatozoides, gran parte del plasma seminal y una parte gelatinosa constituida por la fracción gelatinosa llamada tapioca. Hoy día se considera que esto no es cierto, y que además el plasma seminal puede tener una influencia positiva en la capacidad fecundante del eyaculado. En el caso de los potros automáticos se imposibilita el hecho de ir descartando la fracción post espermática, ya que se recoge todo el eyaculado completo, excepto la fracción pre-espermática.
Finalmente, comentar que si llevamos a un verraco al corral de extracción, y transcurridos 15 minutos no muestra interés por el potro y no conseguimos lograr la extracción, lo devolveremos a su corral, pudiéndolo intentar de nuevo unas horas después. Y recordar que mientras el verraco se encuentra en el área de extracción debemos evitar manejos que puedan provocar estrés (vacunaciones, administración de antibióticos, …).
Una vez terminada la jornada de extracciones, procederemos a la limpieza con agua a presión y la desinfección del área de colecta.
En la tercera y última parte de los consejos de extracción, hablaremos sobre consejos para la manipulación y cuidado del eyaculado durante el proceso de colecta.
¿Todavía no has leído la primera parte? Aquí te dejamos el enlace