Se entiende como “banda” el lote de animales que se encuentran en el mismo estado fisiológico en un momento concreto. El manejo en bandas en las granjas de reproductoras permite la organización del trabajo y se establece con el objetivo de tener una planificación global de la explotación.

Las granjas de tamaño grande, suelen trabajar en bandas semanales, planificando un día semanal para el destete, y concentrando la mayor parte de los partos en unos días concretos de la semana, y en otros, la mayor parte de las cubriciones. Puesto que los lotes de cubrición son grandes, se llega a un elevado número de partos y se destetan lechones semanalmente lo que posibilita un llenado cómodo de las transiciones. Este manejo facilita la organización de los días libres, además de concentrar al personal de maternidad en los días de mayor trabajo en esta área y al personal de gestación en los días de mayor trabajo en cubriciones.

En aquellas granjas de tamaño pequeño, se tiende a la organización en bandas superiores a 1 semana, normalmente realizando bandas cada 3 o 4 semanas. Con este manejo se consigue:

  • Organizar el trabajo por semanas, de modo que unas semanas se dedicarán en exclusiva a las cubriciones, otras a los partos y otras a los destetes, optimizando de esta manera la mano de obra. Las inseminaciones se pueden agrupar ya que se destetan todas las cerdas del lote a la vez, y las nulíparas que entren a ese lote habrán sido previamente sincronizadas hormonalmente con progestágenos, o de manera natural, controlado por detecciones de celo.
  • Sacar lotes de lechones más numerosos y homogéneos al destete, de modo que se facilita el llenado de las transiciones y se reduce la entrada de camiones en la explotación ya que, en lugar de ir semanalmente, irá cada 3 o 4 semanas y se cargará una cantidad más elevada de animales.
  • La sanidad será más estable ya que se trabajará con un sistema todo dentro-todo fuera. En la maternidad, todos los lechones serán de la misma edad y saldrán a la vez de ella, al igual que las cerdas, de modo que se favorece la planificación de la limpieza y la desinfección. Con este manejo se evitará la mezcla de lechones de diferentes edades, y así reduciremos la posible transmisión y recirculación de agentes patógenos.

Este manejo también tiene algunos inconvenientes tales como:

  • Aquellas cerdas que queden retrasadas, deberán sincronizarse hormonalmente para poder introducirlas en el siguiente lote de cubrición.
  • El manejo de nodrizaje se complica puesto que los partos se producen prácticamente en los mismos días, de modo que no habrá variación en las edades de los lechones ni en los días de lactación de las cerdas.
  • En aquellas explotaciones que ya están en producción, si se hace un cambio a manejo a bandas cada 3 o 4 semanas, se puede observar una reducción productiva durante varios lotes, principalmente en términos de fertilidad, hasta que se asiente el lote productivo.