A diferencia con la inseminación tradicional, durante la postcervical no debemos observar reflujo durante la inseminación. Esto es debido a que estamos depositando el contenido de la dosis una vez pasado las regiones vaginal y uterina del cérvix y lo estaremos depositando en el cuerpo del útero, además estamos utilizando un volumen más pequeño.

Teniendo en cuenta esto, y cuando algo no se esté realizando correctamente los diferentes reflujos que podemos observar son:

  • A través de la vagina: el catéter guía no está anclado correctamente al cérvix.
  • Entre el catéter y la sonda: la sonda se ha doblado y el semen está volviendo por el espacio que hay entre los dos dispositivos. Este tipo de reflujo se ve frecuentemente cuando se utilizan catéteres cuyo orificio de salida tiene un orificio de un diámetro mayor que el de la sonda utilizada.
  • Contenido de la dosis volviendo por la propia sonda o resistencia a su entrada: la sonda está mal colocada y hemos introducido a presión el líquido en un divertículo que puede ser entre anillos cervicales o directamente que la sonda se ha doblado.

Cuando presenciemos cualquiera de los 3 tipos de reflujo, debemos parar la inseminación, recolocar el catéter y la sonda y continuar con la inseminación. Por otro lado, el hecho de no ver reflujo durante la inseminación, será sinónimo de que la técnica se está realizando correctamente.