El agua es utilizada para:
- El ajuste de la temperatura corporal
- Mantenimiento de la homeostasis
- Excreción de productos derivados del metabolismo (particularmente urea)
- Lograr la sensación de saciedad
- Satisfacer las necesidades de comportamiento
Tenemos que tener en cuenta que la mayoría de agua es ingerida a través del agua de bebida, ya que el pienso de los verracos generalmente es materia seca.
Los factores que afectan a los requerimientos de agua son los siguientes:
- Temperatura del ambiente y del agua
- Humedad relativa
- Estado sanitario
- Composición de la dieta
- Cantidad de pienso consumido
- Cantidad de proteína
- Cantidad de sal
- Cantidad de fibra
- Composición del agua
Un verraco bebe entre 15 y 20 litros/día en función de los factores que hemos comentado anteriormente, pudiendo llegar a variar hasta un 50%. El flujo o caudal del chupete debe ser de 1 l/min. Se recomienda que la temperatura del agua de bebida sea menor de 20 ºC.
Las cerdas gestantes y los verracos beben la mayoría de agua entre las 15:00 y 21:00 horas, y tienen un pequeño pico entre las 5:00 y las 11:00.
Si hablamos de verracos en fase de crecimiento, una cantidad de agua reducida, o una restricción en la ingesta del agua, disminuirá el ritmo de crecimiento de los animales.
La deposición de proteína requiere grandes cantidades de agua, en cambio la de la grasa requiere mucha menos agua. Si no hay suficiente agua disponible para la deposición de la proteína, la masa muscular y la definición del músculo se verán afectadas.
Si hablamos de una restricción del agua de bebida de más de 24 horas, puede resultar en un envenenamiento por sal. Los síntomas son los mismos que cuando los animales consumen pienso o agua con altas concentraciones de sal. La concentración normal de sal en la dieta va del 0’4-0’5%, la cual se convierte en tóxica en ausencia de agua.
En el caso de un envenenamiento por sal, la mayoría de signos clínicos y muertes vienen cuando se administra agua sin restricciones. Los signos tempranos de deshidratación son:
sed, estreñimiento, irritación de la piel y falta de apetito. Los signos nerviosos aparecen especialmente cuando hay agua disponible sin restricción después de un periodo sin agua, incluyen: movimiento de las orejas, deambular, chocarse contra objetos, posición de perro sentado, pérdida del equilibrio, aparente sordera y ceguera y hasta convulsiones.
Para animales que han tenido una restricción de más de 24 horas, el agua debe ser administrada gradualmente.
¿Cómo puede afectar el agua de bebida a la calidad seminal?
La calidad del agua va a afectar al consumo de pienso y a la salud del animal en general, además debemos de tener en cuenta que el verraco es especialmente sensible a las elevadas temperaturas, incidiendo de una forma muy importante en la calidad y cantidad del semen, por lo que el adecuado suministro de agua puede ayudar a disminuir los problemas relacionados con las altas temperaturas.
No existen trabajos públicos, ya sean científicos o casos clínicos en los que se haya valorado el efecto directo de la restricción del agua o de una mala calidad del agua en la calidad seminal del verraco. Debemos entender que el efecto de estas restricciones o mala calidad del agua, van a suponer un efecto de estrés crónico (si se prolonga en el tiempo, por ejemplo que todos días solo tengan 8 horas de acceso al agua) o agudo (que estén 24 horas sin agua), o van a potenciar el efecto de otros factores estresantes como pueden ser las elevadas temperaturas o humedades. Por lo tanto, esta situación de estrés conllevará una reducción en la calidad seminal del verraco, ya sea reflejada en un aumento de las morfoanomalías, disminución de la concentración espermática, menor libido, …
Para valorar la calidad del agua debemos tener en cuenta:
– Si el agua no proviene de la red pública se determinarán, cuatrimestralmente, los parámetros físico-químicos y microbiológicos comentados más abajo con el objeto de tomar las medidas correctoras precisas en el caso de las desviaciones en los valores normales.
– En el caso de que el agua provenga de la red pública, se pueden consultar y adjuntar los informes que aparezcan públicamente en la web de los organismos oficiales del país, y una vez al mes, analizar el cloro residual libre, cuyo valor debe permanecer entre presencia y 0.6 mg/l.
¿Cómo tomar una muestra de agua de bebida para su análisis?
El análisis de agua efectuado en su explotación sólo será fiable si la muestra ha sido tomada correctamente. Para lo cual se debe dejar correr el agua a través de las conducciones durante unos minutos (30 seg – 2 minutos). Posteriormente se debe recoger la muestra en un recipiente estéril de 500 ml sin tocar el grifo o chupete y tiene que llegar al laboratorio para su análisis dentro de las 24 horas posteriores a su recogida, y si es posible mejor dentro de las primeras 6 horas y refrigerada, para que el test microbiológico tenga la mayor fiabilidad posible.
Si el análisis es solamente químico bastará con tomar una sola muestra a la entrada del agua en la nave, pero si va a ser bacteriológico sería conveniente tomar 2 muestras, una a la entrada de la nave y otra al final de la línea de los bebederos, ya que los niveles bacteriológicos pueden variar a lo largo del circuito de los bebederos, por lo tanto, para controlar la calidad microbiológica del agua sólo en la fuente no es suficiente, sino que también debe realizarse en diferentes puntos del circuito del agua potable.
Recomendaciones respecto al agua de bebida:
En el caso de disponer de depósitos de agua se mantendrán tapados para evitar la entrada de suciedad, insectos o roedores. Diariamente se comprobará el correcto funcionamiento de todo el sistema de distribución y suministro de agua para garantizar el aporte necesario a todos los animales. Se debe disponer de depósitos de almacenamiento suficientes para asegurar el aporte durante al menos cinco días, o disponer de sistemas alternativos como cubas.
La administración Española en el Real Decreto 1135/2002 relativo al bienestar de animales de la especie porcina, recoge lo siguiente: “Todos los cerdos deben contar con un suministro de agua limpia, suficiente y con un acceso fácil y directo, adecuado a su edad y estado fisiológico. El sistema estará diseñado, construido y ubicado de manera que el riesgo de contaminación del agua sea mínimo.”
Como no hay una legislación clara y específica para la producción animal, y por la tanto, para la especie porcina, en caso de haber algún problema, nos remitimos al Real Decreto 140/2003, del 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios del agua de consumo humano, siendo las características del agua potable: